septiembre 15, 2009

Tienes una Cruz, amarla, llevarla contigo, Atesora, Nunca la abandones”.

Sabia usted que en el pueblo de Siroki-brijeg en Herzegovina tiene una maravillosa distinción:
¡Nadie recuerda que haya existido un solo divorcio entre sus 13000 habitantes! ¡Tampoco se recuerda un solo caso de familia rota!


El secreto de Herzegovina es sencillo: las habitantes croatas han mantenido su fe católica soportando por ella persecución por siglos, primero a mano de los turcos y después de los comunistas.

Su fe está muy arraigada en el conocimiento del poder salvador de la Cruz de Jesus. Ellos saben que el matrimonio está indisolublemente unido a la Cruz.

Según la tradición Croata, cuando una pareja se prepara para casarse, nadie les dice que han encontrado a la persona perfecta. ¡NO! En lugar de eso, el sacerdote les dice:

“has encontrado tu Cruz, es una cruz para amarla, para llevarla contigo, una cruz que no se tira sino que se atesora”. En Herzegovina la Cruz representa el amor más grande y el crucifijo es el tesoro de la casa.

Cuando los novios van a la iglesia llevan el crucifijo con ellos para que el sacerdote bendiga el crucifijo. Cuando llega el momento de intercambiar los votos, la novia pone su mano derecha sobre el crucifijo y el novio pone su mano sobre la de ella, de manera que las dos manos están unidas a la Cruz.

El sacerdote cubre las manos de ellos con su estola mientras proclaman sus promesas, según el rito de la iglesia, de ser fieles el uno al otro, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, hasta la muerte. Acto seguido los novios no se besan sino que ambos besan la cruz. Los que contemplan el rito comprenden que, si uno de los dos abandona al otro, abandona a Cristo en la Cruz.

Después de la ceremonia, los recién casados llevan el crucifijo a su hogar y lo ponen en un lugar de honor. Será para siempre el punto de referencia y el lugar de oración familiar. En tiempo de dificultad no van al abogado ni al psiquiatra sino que van juntos ante la Cruz en busca de la ayuda de Jesus. Se arrodillan y lloran y abren sus corazones pidiendo perdón al Señor y mutuamente. Van a dormir con paz en el corazón porque han recibido perdón del Único que tiene poder para salvar.

Mi Comentario Personal:

Existen muchas parejas que en lo que menos piensan es en Dios, aún cuando están a punto de casarse. Este tipo de actitud va a dificultar, el que una vez casados, tengan presente a Cristo. Lo que les va a acarrear dificultades, al tener que luchar contra muchos obstáculos existente en nuestra vida.


El tener a Dios en primer lugar en una familia, no se logra de la noche a la mañana, hay que empezar desde el noviazgo. Tenemos que esforzarnos por llevar nuestra relación de cara a Dios y luchar por que sea una relación constructiva para los dos, es decir, que nos ayude a crecer, a ser más de nosotros mismos, a descubrir y a desarrollar las propias potencialidades.

A luchar por tener una relación basada en la verdad con amor: Tratando al otro con cariño y con prudencia, siendo sinceros en el momento oportuno y siempre evitando herir.

También tener una relación seria y constante, una relación fiel, viviendo de igual manera: la Fidelidad donde el trato en la pareja sea limpio, sano, amoroso y respetuoso, y no olvidando tener como fundamento primordial a Dios, en la Fe, en el Señor.

No cometamos el error de tantos matrimonios, Iniciemos hoy nuestro punto de referencia y el lugar de oración familiar en nuestro hogar; aceptando a nuestra Cruz, y a sentirnos bendecido de tener a Dios como centro de Nuestra Vida. Te invito a obtener una Cruz y junto a tu Esposo, Pareja, Novio, Comprometerse a Nunca Abandonar a Cristo en la Cruz.

Ref. Para ti amiga. Maryu.

Tienes una Cruz, amarla, llevarla contigo, Atesora, Nunca la abandones”.

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